Pepín,
Si hubiera sabido que allí pasaste tanta hambre, no te hubiera mandado esa foto del claustro. Lo del frío sí me lo imagino. Ahora, para desquitarte del hambre pasada, te toca ir a ponerte las botas. Me consta que se come muy bien allí. De todas maneras, siendo tu padre Pepe el del economato, lo que te pasó es que estabas acostumbrado a tener de todo. Imagínate "el economato", allí teníais de todo. Si érais hasta "Ricos", según os veían algunos chicos.
Dile a Pepe que me acuerdo de los paquetes de DUCA (uno de los primeros detergentes empaquetados de la época) que nos vendía. Era muy apreciado por los niños, tanto que "alguno" colaboraba en que se gastase antes (tirándolo) y así tener que ir a buscar otro paquete. El interés estaba en que salía un pequeño regalo sorpresa (un indio, un soldado, una pulsera). Un poco problemático el Duca, daba lugar a discusión entre los hermanos. Todos queríamos quedarnos el regalo y se ponían ciertas normas. En mi casa, si el regalo era de chico, para Maxi y si no para mí. Menos mal que los otros, uno por grande y los otros por pequeños, no se enteraban de la mitad. Después salió el ESE que, coleccionando puntos, se podía coger una muñequita o una toallita. Todo esto hasta que salió el GIOR que "con un poco de pasta basta". Haciendo honor a la verdad, como ya me tocaba lavar algunas cosas , prefería éste último.
Cuando iba a comprar me gustaba  mirar aquella máquina que tenían en el mostrador, a mano derecha. Era para despachar el aceite a granel.  Con aquel émbolo la hacían subir y me quedaba mirando las  burbujas que hacía el aceite y el momento que le daban de reposo antes de cambiar de sentido a la manivela con la que la hacían subir . Lo bonito es que el mecanismo estaba recubierto por cristal transparente y veías todo el proceso. Creo que me llamaba la atención porque, según mi lógica, funcionaba al revés. Quizás era el punto de vista como cliente. Me quedé con la gana de verlo desde el otro lado.  Aún recuerdo aquel aroma que exhalaba a pura aceite de oliva. De ése que no tenemos ahora por muy bien que nos la quieran vender.
Saludos
Paquita Martos