Hola amigos,
Mientras espero algún comentario vuestro os dejo esta imagen de la "tablet" de nuestra época. Bueno, ya hubiera querido que fuera como esta. Al empezar en la escuela de Dª Julia heredé la pizarra (que estaba rota y le faltaba un trozo en una esquina) de mi hermano Benito. Escribía con un trozo de de pizarra alargada que íbamos a buscar en los alrrededores. Cuando vi por primera vez un pizarrín, que escribía blanco y se borraba muy bien, ya empezé a desear ese bien tan preciado para mi. Al escribir con el trozo de pizara de rechinaban los dientes y, al borrar, quedaban rallas marcadas. Pronto vi cual era la solución para disfrutar de uno blanco y experimentar de la suavidad de sus trazos. No seáis mal pensados, no, no iba a quitar a nadie el suyo. Simplemente esperé con paciencia que a alguien se le cayera al suelo y yo, antes de que nadie se agachara a por el trocito que no recogería el dueño del pizarrín, lo pudiera cojer.
Así fué amigos cómo me hice con un trocito del mantecoso material. Suavemente escribí en mi heredada e incompleta pizarra , disfruté al poder llevar sus trazos con facilidad por donde yo quería y, al borrar (que tardé un rato en hacerlo -porque disfrutaba de lo que había pintado-) vi lo limpia que quedaba la pizarra. Bueno, para que os acabéis de imaginar la escena, tenía un trapo atado con una cuerda a un agujero del marco de mi "tablet" y , SI, le tiré un escupitajo, para que quedara bien limpia.
Alguno de vosotros hizo algo parecido en nuestro querido Salto?.
Saludos,
Paqui